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TRABAJO Y CONTRIBUCIÓN

El universo es una maquinaria que está en constante movimiento, todo lo existente ha sido posible gracias a que se hace lo que se tiene que hacer, gracias a que cada quién cumple con su trabajo y contribuye efectivamente.  Cuando éramos animales salvajes nos poníamos a trabajar y a contribuir por instinto, integrados al ecosistema de forma natural, vivíamos en el modo paraíso terrenal. Ahora que somos animales racionales ese instinto natural se apagó y ahora debemos trabajar y contribuir de forma conscientemente, a voluntad propia, es por eso que las cosas son como son y no como deberían, es por eso que ahora vivimos en el modo mundo artificial.  El trabajo es un deber: debemos trabajar para continuar nuestra labor natural; para desempeñar efectivamente nuestro papel en el ecosistema de la biosfera; para volvernos obreros conscientes de la gran obra. Trabajar es hacer sonar el instrumento que eres, es ejercer tu derecho a vivir: lo puedes hacer sonar en armonía con todo lo

ENTENDIMIENTO

La aparición del entendimiento en la historia de la especie humana, marca un antes y un después. Antes vivíamos en automático, como cualquier otra especie salvaje, es decir, que nos poníamos a trabajar y a contribuir por instinto natural, sin entendimiento de nada. Después de recibir el entendimiento, el automático se apagó y pasó a manual, ahora trabajar y contribuir es cuestión de libre albedrío, pero con la ventaja de que podemos entenderlo todo.   El entendimiento es una virtud, es la virtud más importante de la mente. Tenemos el derecho al entendimiento pero tenemos el deber de desarrollarlo y mantenerlo. Si lo desarrollamos, nos embarcamos en un viaje que motiva una serie de virtudes más: arranca inicialmente con la curiosidad, que hace las preguntas, las cuales motivan a la investigación, que encuentra las respuestas, con las cuales descubrimos y finalmente entendemos; después de maravillarnos al asimilar ese pedacito de creación, lo entendido pasa a ser conocido y se g

CREACIÓN Y EDÉN

Resulta ser que hace aproximadamente 13,730 millones de años atrás, todo lo existente, es decir: la energía, la materia, el tiempo, el espacio y las fuerzas de la naturaleza; ya hacían en un pequeño átomo primogénito, en un diminuto huevo cósmico. El universo apareció de la nada como un inimaginable puntito extremadamente misterioso.  !Y entonces¡ el ser que está atrás de todo: el arquitecto, el genio, el Creador, dio la orden; y el Big Bang hizo su espectacular show de inauguración y la gran orquesta universal empezó a tocar la melodía del juego de la vida. Cientos de millones de años después del primer instante de la existencia, la luz de las estrellas brilló por primera vez en la oscuridad del cosmos. Brillan, porque dentro de ellas se cocinan los bloques de construcción de la tabla periódica de los elementos; como parte esencial del plan maestro. Miles de millones de años después de aquel primer rayo de luz, una estrella de gran tamaño llegó al final de su existencia y